No sé yo qué tienen los reencuentros, aunque sean "electrónicos", que le dejan a una buen sabor de boca durante varios días. Y es que últimamente, esto de moverme por los laberínticos pasillos de Internet me ha devuelto varios contactos que creía perdidos para siempre. No sé, quizá se retome alguna amistad que estaba en stand by, o quizá la distancia vuelva a hacer de las suyas.
El caso es que estas situaciones me hacen echar la vista atrás y acurrucarme en esquinas escondidas de mi corazón donde en algún momento me sentí a gusto. Es casi, casi, como recibir un abrazo, uno de esos envolventes que le gustan a xupsxups (caray, y a quién no!).
Según un amigo, esto de perder el contacto y retomarlo al cabo de los años responde a ritmos naturales de la vida. Dice que son como mareas irregulares y caprichosas. Pues yo digo que este año es de mareas vivas.