lunes, 5 de abril de 2010

Besos en la nariz

Con frecuencia me siento culpable. Por aparentar indiferencia. Es todo tan extraño... tan inesperado, tan desconocido...

No soy indiferente, es lo más importante del mundo, la maravilla absoluta, la razón de vivir, esa mirada, ese abrazo, esos besos en la nariz. La pequeña carcajada...

Es un descubrimiento constante, una intensidad deslumbrante, un siempre más real que nunca. Y a cada paso descubro un sentimiento diferente, nuevo, inmenso, una inundación del corazón y de todo mi cuerpo.

A veces me siento culpable por no saber qué hacer, por no tener autoridad suficiente, por dejarme llevar, por enfadarme. Pero es todo tan grande...

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